Barkin, David, Editorial Jus, 1ª edición, México, 1998, 167 pp.
El debate alrededor del desarrollo rural, motivado por la búsqueda de la sustentabilidad, refleja la profunda polarización que permea todas las dimensiones de la vida en las sociedades rurales de los países no desarrollados. Por un lado, el análisis convencional del desarrollo agrícola alaba y premia a los pocos productores que tienen los recursos y conocimientos para utilizar paquetes tecnológicos agresivos e innovadores destinados a modernizar la producción rural, y por otro, respecto de los productores pobres se dice que en tanto son circunscritos por su herencia étnica y social, y por una carencia de conocimiento y capital, destruyen y desperdician el potencial productivo de su legado natural, siguen cultivando productos tradicionales en lugares inadecuados, con técnicas y semillas obsoletas.
Riqueza, pobreza y desarrollo sustentable concentra su análisis en el tema de la pobreza, asunto que, según el autor, ha quedado fuera de las distintas propuestas sobre sustentabilidad. David Barkin apunta que el desarrollo sustentable no podrá ser posible en las áreas rurales de América Latina mientras la expansión del capital aumente los rangos de pobreza e impida el acceso de los pobres a los recursos necesarios para la mera sobrevivencia.
El concepto de sustentabilidad o desarrollo sustentable debe englobar varios elementos a considerarse: diversidad, autosuficiencia, control y participación locales, la democracia de base y autonomía, sin ellos, afirma el autor, cualquier estrategia, política o programa que se plantee como fin la sustentabilidad será inútil.
Surgen varias preguntas de la discusión sobre el desarrollo sustentable: ¿cuál es la relación entre pobreza y degradación ambiental?, ¿pueden superarse los obstáculos a la sustentabilidad mediante la elevación de los niveles de ingreso per cápita?, ¿pueden las políticas dirigidas hacia la erradicación de la pobreza contribuir también a reducir las presiones sobre el ambiente?, de las posibles respuestas nada sabemos en concreto, lo que sí conocemos, y día con día ocurre, es que el mercado sigue removiendo a la gente de sus comunidades, empobreciéndola junto con sus entornos. Se requieren, por tanto, cambios profundos para facilitar una estrategia de desarrollo sustentable.
El autor propone crear una estructura que permita mayor autonomía para que la gente reconstruya sus sociedades rurales y produzca bienes y servicios de manera sustentable, al tiempo que expande los servicios de protección al ambiente.