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En el México actual las mujeres ejidatarias poseen casi 10 millones de hectáreas, lo que representa un incremento de 2 mil 340 por ciento en los últimos 35 años, expuso el procurador agrario, Rocendo González Patiño, al tiempo de destacar que el proceso de feminización en el campo es cada vez más fuerte. El campo pasa a las manos de la mujer rural y su presencia ya es ligeramente inferior a la de los varones. “Ellas son titulares de 9 millones 700 mil hectáreas de las cuales, 37 por ciento son parcelas, 62 por ciento tierras de uso común y 0.2 por ciento solares urbanos”, dijo. El Titular de la Procuraduría Agraria participó con la ponencia El campo de México pasa a las manos femeninas: Toma de decisiones en los ejidos y comunidades por mujeres, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Rural organizada por la Comisión de la Reforma Agraria de la LX Legislatura de la Cámara de Diputados y la Secretaría de la Reforma Agraria. Los números hablan por sí mismos: “En 1970, había registradas en el censo de población, 31 mil 459 ejidatarias que representaban sólo el 1.3% de los sujetos con derecho a la tierra. A mayo de 2007, cuentan con certificados, es decir, son dueñas de la tierra: 767 mil 621 mujeres”, citó. Agregó que la mujer rural no solamente es propietaria de más tierras, sino que cada día tiene mayor decisión en la organización agraria básica: “al día de hoy son más de 36 mil mujeres las que participan en algún cargo de los órganos de representación y de vigilancia de los núcleos agrarios”.
El Procurador Agrario destacó que el actuar de la institución a su cargo está dirigido a impulsar la productividad del campo y el aprovechamiento de las potencialidades que brinda la tierra a sus propietarias. Ya son muchos los casos en el país en los que ejidatarias y comuneras se han asociado a la iniciativa privada del país para producir más, brindar servicios y generar desarrollos industriales, turísticos y de servicio. Asimismo, dijo que las fórmulas exitosas de microempresas en manos de mujeres son un detonante importante en el desarrollo de las regiones de nuestro país, este compromiso obliga a la Procuraduría a colaborar activamente en la creación de condiciones favorables para el buen éxito de los proyectos que permitan diversificar productivamente. Reportó que en lo que ha transcurrido de la presente administración, se han apoyado 2 mil 408 proyectos beneficiando para beneficio de 19 mil 435 mujeres, con una inversión de 384 millones de pesos. En lo que toca a la mujer rural indígena, en los últimos tres años se han impulsado 590 proyectos productivos para beneficio de poco más de 20 mil mujeres González Patiño afirmó asimismo que mejorar las condiciones de la mujer rural no demanda grandes inversiones ya que en cada localidad campesina existen mujeres dispuestas a dar un paso innovador, a intentar un cambio en su rutina de vida, para producir algo más y llevar un poco más de dinero a sus hogares. “Por fortuna, agregó, los ejemplos ya se multiplican a lo largo y ancho de nuestro país. “Ahora mismo están trabajando agrupaciones de mujeres para talleres de costura en Michoacán, huertos de jitomate en Guerrero, cría de ganado vacuno en Veracruz, abarrotes y panaderías en Oaxaca, tortillerías, papelería y mercería en Nayarit, producción de flores en Morelos. Y así podríamos pasar horas relatando la participación femenina rural en mejorar la calidad de vida de sus familias”.
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