Sábado 17 de noviembre de 2001
Las notas que se reproducen a
continuación
fueron tomadas de los siguientes diarios:
Unomásuno • La Jornada • Reforma
El Universal • Excélsior
CONTINUARÁN
LA VIGILANCIA EN PREDIOS.
César Aguilar García, Unomásuno, página 12, sábado 17 de noviembre.
Los campesinos poseedores de los predios expropiados para la construcción del
nuevo aeropuerto capitalino continuarán vigilando con machetes, guadañas y
distintas herramientas sus propiedades, al crecer la desconfianza hacia la
justicia por la revocación de distintos amparos para la suspensión del decreto
expropiatorio.
CERRAZÓN
DEL GOBIERNO: EJIDATARIOS DE ATENCO.
Javier Salinas, Rene Ramón y Ángel Bolaños, La Jornada, página 47, sábado
17 de noviembre.
Si la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) insiste en no cancelar
la construcción del nuevo aeropuerto en la zona de Texcoco y en quitarnos
tierras, "será a costa de nuestras vidas", advirtieron hoy
ejidatarios de San Salvador Atenco, quienes se mantienen desde hace tres semanas
en plantón en esta localidad. También arremetieron contra el gobernador Arturo
Montiel Rojas por minimizar su movimiento.
DIVIDE
A EJIDATARIOS DEFENSA DE TIERRAS.
Erika Hernández y Humberto Padgett, Reforma, página 14A, sábado 17 de
noviembre.
Hace 27 días Atenco era un pueblo unido y dispuesto a defender sus tierras
expropiadas; ahora, el divisionismo entre los ejidatarios es palpable.
Actualmente, sólo la organización Emiliano Zapata, ligada a agrupaciones de
izquierda, dirige las movilizaciones en contra del nuevo aeropuerto.
LA
RUEDA DEL PODER.
Ángel Trinidad Ferreira, El Universal, página 8, lunes 19 de noviembre.
La Secretaría de la Reforma Agraria no debe desaparecer, habrá de
transformarse para enfrentar los nuevos retos del desarrollo agrario con
justicia, y orientar el uso del suelo de más de un millón de hectáreas,
propiedad de ejidos y comunidades, dijo el gobernador de Zacatecas, Ricardo
Monreal Ávila, al presidir, junto con la secretaria de la Reforma Agraria, María
Teresa Herrera Tello, la Cruzada Nacional por la Seguridad Jurídica en el
Campo, en el ejido Juan Aldama, el más grande del país.
FRENTES
POLÍTICOS.
Germán Contreras Vásquez, Excélsior, página 8-A, sábado 17 de noviembre.
Peligroso se advierte el movimiento de los ejidatario de San Salvador Atenco,
pese al llamado de López Obrador de que “no marchen con sus machetes”. Los
campesinos fueron muy claros desde que dijeron que “así como los policías
utilizan sus escudos, toletes y gases lacrimógenos, nosotros usamos nuestras
herramientas para trabajar el campo”.
NUEVO
AEROPUERTO EN TEXCOCO
CONTINUARÁN
LA VIGILANCIA EN PREDIOS.
César Aguilar García, Unomásuno, página 12, sábado 17 de noviembre.
Los
campesinos poseedores de los predios expropiados para la construcción del nuevo
aeropuerto capitalino continuarán vigilando con machetes, guadañas y distintas
herramientas sus propiedades, al crecer la desconfianza hacia la justicia por la
revocación de distintos amparos para la suspensión del decreto expropiatorio.
Heriberto
Salas Amac, integrante de la Comisión de Ejido de Nexquixapac, afirmó que
entre los campesinos de esta comunidad así como los de los núcleos ejidales de
Tocuila y Cuautlalpan existe una mayor desconfianza hacia todas las personas que
recorren a diario sus pueblos, ante el temor “de que sean paleros del
gobierno”.
Es
tal la desconfianza, agregó, que las asambleas ejidales decidieron pedir
identificaciones a todo aquel extraño que recorra sus comunidades, acción que
también se aplicará a los reporteros.
Dijo que la Procuraduría Agraria presentó cinco nuevos amparos ante juzgados de distrito del municipio de Nezahuacóyotl, para invalidar la expropiación de las tierras y exigir un pago justo por ellas.
CERRAZÓN
DEL GOBIERNO: EJIDATARIOS DE ATENCO.
Javier
Salinas, Rene Ramón y Ángel Bolaños, La Jornada, página 47, sábado 17 de
noviembre.
Si
la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) insiste en no cancelar la
construcción del nuevo aeropuerto en la zona de Texcoco y en quitarnos tierras,
"será a costa de nuestras vidas", advirtieron hoy ejidatarios de San
Salvador Atenco, quienes se mantienen desde hace tres semanas en plantón en
esta localidad. También arremetieron contra el gobernador Arturo Montiel Rojas
por minimizar su movimiento.
Consideraron
que las declaraciones del subsecretario de la SCT, Aarón Dychter, de que no
habrá marcha atrás en la construcción del aeropuerto, "sólo demuestran
la posición radical en la que está el gobierno federal, que busca a toda costa
proteger los intereses económicos de los empresarios. Es clara muestra de que
quieren crear un enfrentamiento con nosotros".
El
único cauce para solucionar el conflicto, dijeron, es derogar el decreto de
expropiación de sus tierras y reconocer públicamente que se equivocaron. De lo
contrario, "la única forma que podrán construir su aeropuerto es pasando
encima de nosotros".
José
Gil García, representante del Grupo Atenco Unido, desmintió al gobernador,
quien declaró que los 13 núcleos agrarios sostienen pláticas con el
secretario general de Gobierno, Manuel Cadena Morales. Las mesas de negociación
"sólo existen en su mente; aquí con el núcleo ejidal de San Salvador
Atenco ninguna autoridad se ha presentado", añadió.
En
tanto, se anunció que el próximo domingo una delegación de campesinos de
Tepoztlán, Morelos, llegará a esta localidad para brindar apoyo.
Este
viernes, una comisión de campesinos se trasladó a solicitar apoyo económico a
la Universidad Autónoma Chapingo, mientras que en la explanada municipal se
presentó un grupo de colonos del predio irregular El Salado en apoyo a la
resistencia ejidal y en demanda de la libertad de su líder María Luisa Cortés,
presa en el penal Molino de Flores en Texcoco. Estos denunciaron el acoso
policiaco que han sufrido a manos del fiscal especial contra delitos de
fraccionadores clandestinos de la procuraduría mexiquense, Axel García
Aguilera, a quien acusan de intentar desalojarlos de sus viviendas.
Aseveraron
que con la construcción del nuevo aeropuerto, sus terrenos presuntamente serían
utilizados para edificar un fraccionamiento; pero antes se deberá desalojar a
los vecinos "compradores de buena fe", engañados por fraccionadores.
Evitar
enfrentamientos: Leonel Godoy
En
la ciudad de México, el secretario de Seguridad Pública, Leonel Godoy Rangel,
instó a las autoridades del estado de México y del gobierno federal a que
cumplan su tarea para evitar que se repitan situaciones como la del pasado miércoles,
cuando campesinos de la zona de Texcoco se enfrentaron con machetes y palos a
granaderos.
Reiteró
que no fue un acto de represión contra los campesinos, pues fueron éstos
quienes agredieron a los uniformados, y aun cuando varios policías resultaron
con lesiones leves, la dependencia decidió no interponer denuncia alguna en su
contra.
DIVIDE
A EJIDATARIOS DEFENSA DE TIERRAS.
Erika Hernández y Humberto Padgett, Reforma, página 14A, sábado 17 de
noviembre.
Hace 27 días Atenco era un pueblo unido y dispuesto a defender sus tierras
expropiadas; ahora, el divisionismo entre los ejidatarios es palpable.
Actualmente, sólo la organización Emiliano Zapata, ligada a agrupaciones de
izquierda, dirige las movilizaciones en contra del nuevo aeropuerto.
El
22 de octubre, día en que el Gobierno federal dio a conocer la expropiación de
3 mil 741 hectáreas del municipio de Atenco, los diversos grupos ejidales de
San Salvador unieron fuerzas para protestar contra la determinación
gubernamental.
La
primera medida de estas agrupaciones, principalmente Atenco Unido, Emiliano
Zapata y Asociación de Habitantes Unidos de San Salvador Atenco, fue bloquear
la Carretera Lechería-Texcoco y tomar el auditorio y Palacio Municipal; aunque
desde febrero de este año las dos primeras agrupaciones realizaban protestas en
conjunto por la posible ejecución del proyecto aeroportuario.
Días
después, nació el Frente Unido de Comunidades contra el Aeropuerto (FUCCA),
cuyas comisiones se integraron con representantes de todos los pueblos
afectados, tanto de Atenco como de Texcoco.
La
intención era defender la misma causa; sin embargo, los grupos ejidales no
pudieron dejar atrás roses y diferencias y hace dos semanas la agrupación se
disolvió.
Así,
el grupo Emiliano Zapata, considerado como el más radical por su simpatía con
el Consejo General de Huelga, el Frente Zapatista de Liberación Nacional, el
Frente Popular Valle de México y otros movimientos de izquierda, se quedaron al
mando del plantón y de la resistencia civil.
Atenco
Unido prefirió luchar por la vía jurídica, ante la entrada de movimientos
ajenos al Municipio; son ellos quienes contactaron la representación legal del
jurista Ignacio Burgoa Orihuela. A pesar de que decidieron no participar en las
protestas, aún se les ve en el plantón y convocan a reuniones en las
instalaciones del Comisariado Ejidal.
Los
bandos
El
principal líder del grupo Emiliano Zapata es Ignacio del Valle, a quien en
varias asambleas los campesinos lo han acusado de haber cometido un fraude
cuando estaba a cargo del Comité del Agua de la región, acusación que él
niega y a sus detractores siempre pide pruebas; en todas las marchas siempre está
al frente con un machete.
También
se ubican Adán Espinoza, ex comisariado ejidal e integrante del Frente Popular
del Valle de México, organización que, de acuerdo con él, nació hace 25 años
y en la cual confluyen más de 20 mil habitantes de seis municipios como Atenco,
Texcoco, Chimalhuacán, Otumba, Tezoyuca y Cuautlalpan.
Israel
Rodríguez, "El Birrias", es otro de los líderes de este grupo, él
forma parte del Frente Zapatista del Valle de México; y la mujer que más
sobresale es Adela Romero, hija de ejidatarios.
El
grupo Emiliano Zapata fue creada hace varios años, y de acuerdo con miembros y
vecinos de Atenco, cuando se presentan enfrentamientos sociales o siniestros
naturales reúnen donativos o víveres para apoyar las comunidades afectadas.
Los
ejidatarios que están en ella no estuvieron de acuerdo en recurrir al apoyo jurídico
de Burgoa Orihuela; sin embargo, muchos de sus simpatizantes entregaron los
documentos para el amparo.
En
Atenco Unido se encuentra la mayoría de los integrantes del comisariado ejidal,
encabezado desde marzo por Elías Martínez y por José Gil García, hijo del síndico
perredista de Texcoco, José Gil Gottas. Este grupo nació en febrero cuando el
Gobierno mexiquense inició la campaña del nuevo aeropuerto.
Sus
integrantes afirman que este grupo aglutina principalmente a los ejidatarios
titulares de parcelas y a más de mil 500 habitantes, quienes simpatizan con el
PRD y PRI, y muy poco con el PAN.
Dentro
del municipio se ubican otros grupos como AHUSSA y "Los Dinosaurios",
a quienes se les asocia con el Gobierno estatal por apoyar la instalación del
aeropuerto; la segunda está conformada por ex alcaldes, ex delegados y ex
comisariados, todos simpatizantes del PRI. Muchos campesinos identificados con
ellos aceptaron ampararse en bloque con Burgoa.
Con
el Frente Unido se creó la comisión de seguridad, la cual se encargaba de
vigilar la cabecera municipal ante la ausencia de la Policía municipal, e
identificar en las calles y asambleas a personas "infiltradas" por
parte del Gobierno estatal o federal.
También
constituyeron las comisiones de finanzas, que registraba las donaciones en
dinero y especie; la de transporte, que conseguía los autobuses para las
movilizaciones; la jurídica, para preparar la defensa legal; y la de prensa,
entre otras.
"La
gente del Emiliano Zapata no respetaba los acuerdos, así que la gente se fue
cansando y nosotros, ante la intromisión de otras agrupaciones, preferimos
defender las tierras por la vía legal y haciendo otro tipo de protestas... no
estamos peleados con ellos, pero no participamos en sus actos, pues ya ni
siquiera nos dejan tomar el micrófono", afirmó Humberto Contreras, líder
de Atenco Unido.
Colectas
y donativos
El
distanciamiento es palpable entre las fracciones, sin embargo, la mayor parte de
los campesinos ignoran la pelea interna y siguen acudiendo al llamado de ambas
partes para defender sus tierras: participan en la resistencia civil y en la
estrategia legal.
Por
ello, todos los días en una libreta se registra el nombre de lugareños que
acuden a donar alimentos, y también se tiene un block de recibos para las
aportaciones en efectivo. En un día normal apuntan de 15 a 20 personas que
aportan entre 20 y 100 pesos.
De
acuerdo con los organizadores, el movimiento requiere de 600 pesos al día para
su sostenimiento.
"Con
ese dinero sacamos para las copias, las mantas y otros artículos, como el pago
de autobuses para las marchas.
"Los
machetes son nuevos porque los que teníamos estaban viejos y oxidados y vimos
necesario comprar nuevos como símbolo de trabajo y medio de defensa por si hay
una represión; cada quien compra el suyo, cuestan entre 39 y 45 pesos",
dijo Adán Espinoza, del grupo Emiliano Zapata.
Mientras
los hombres se encargan de los trabajos en el campo, hacen brigadas de información
y boteo en calles y escuelas, las mujeres se encargan de la comida.
Ahora
sólo cinco campesinos hacen guardia por la noche, para que al otro día, un número
similar, los sustituya; las guardias en bicicleta por las zonas expropiadas
también han disminuido.
"La cantidad de personas ha aumentado, sólo que en las guardias ese número disminuye, pero con lanzar tres cohetes sí juntamos unas 500 personas, y cuando se lanzan cañones viene más gente", dice Trinidad Mendoza, lideresa del movimiento.
OPINIÓN
LA
RUEDA DEL PODER.
Ángel Trinidad Ferreira, El Universal, página 8, lunes 19 de noviembre.
FRENTES
POLÍTICOS.
Germán Contreras Vásquez, Excélsior, página 8-A, sábado 17 de
noviembre.
Peligroso
se advierte el movimiento de los ejidatario de San Salvador Atenco, pese al
llamado de López Obrador de que “no marchen con sus machetes”. Los
campesinos fueron muy claros desde que dijeron que “así como los policías
utilizan sus escudos, toletes y gases lacrimógenos, nosotros usamos nuestras
herramientas para trabajar el campo”.
Con
o sin el apoyo de otros grupos sociales o políticos, adheridos o no a alguno
partidos políticos, lo más riesgoso es que los atenquenses se han mostrado
envalentonados y retadores en todo momento de su incipiente lucha, especialmente
el pasado miércoles, cuando enfrentaron a un grupo de granaderos a quienes
dejaban caer sus filosas armas punzocortantes sobre sus resistentes protecciones
de fibra de vidrio.
Desde
el inicio de su movimiento opositor a que les sean expropiadas sus tierras para
levantar n ellas el nuevo aeropuerto de la ciudad de México, los habitantes de
esa comunidad mexiquense afectados por el decreto expropiatorio de más de mil
hectáreas se observan firmes, pero desafortunadamente violentos en su
determinación.
Si
bien es comprensible la rabia e impotencia que los embarga desde que el
secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, anunció la decisión
del gobierno federal de construir en Texcoco la nueva terminal aeroportuaria,
los ejidatarios de San Salvador deben reflexionar sobre su hasta ahora agresiva
conducta y –por qué no– esperar a que arroje resultados el apoyo legal
brindado por el abogado Ignacio Burgoa.
Dirección General de Comunicación Social de la Procuraduría Agraria dgcs@pa.gob.mx